La oración para sacar mil almas del purgatorio es una forma, en la que un ser querido puede demostrar su amor por aquellos seres que han partido al más allá.
Esta oración poderosa, es capaz de sacar mil almas del purgatorio y llevarlas a descansar en el seno del Señor.
Invocar la oración de Santa Gertrudis abrirá el camino de los difuntos al descanso eterno y al goce de la vida eterna, siempre y cuando se ore de corazón y con confianza en que para Dios Todo poderoso, todo es posible; especialmente por su bondad y su misericordia infinita.
Oración de santa Gertrudis para sacar mil almas del purgatorio
Señor piadoso y misericordioso,
vengo el día de hoy con la fe puesta,
en que por tu sabio poder
y tu corazón misericordioso,
te acordarás de aquellas almas
que aún no reposan en tu casa mi Dios.Se que, por tu amor infinito,
y por las sabias palabras que santa Gertrudis utilizar ante tu santa presencia,
en mi nombre y de los seres que amo y que partieron de la tierra;
por la sangre puesta por tu hijo Jesucristo en la Cruz
para la salvación de la humanidad de todo pecado,
librarás del martirio a todos los difuntos que piden a gritos descansar.
y los llevaras cerca a tu manto bendito y purificador,
para que disfruten de la vida eterna.Desata Dios mío a las almas del purgatorio
de las cadenas del fuego,
de la incertidumbre en la que se encuentra su espíritu,
de la desesperación que les aflige y
llévalos al paraíso prometido, allá en el cielo.Te pido bondoso Padre,
que con tu luz brillante
aclarares la oscuridad y haz brillar en almas del purgatorio la alegría perpetua.Amen
Como orar para sacar mil almas del purgatorio
La forma correcta en la que debes orar para sacar más de mil almas del purgatorio, relaciona una plegaria confiada y con la fe impuesta, en conseguirás el descanso eterno de quienes tanto amaste y que partieron con la esperanza de encontrarse en presencia del Señor.
Santa Gertrudis intercederá por ti y por los tuyos cuando se encuentren en la impartición de la justicia divina. No dudes nunca del poder impuesto a los santos y los ángeles del cielo, y más aún, de la misericordia infinita que guarda Dios nuestro Padre en su corazón.